Declaran culpable de asesinato al joven que mató a su abuela en Malagón
El jurado entiende que no hubo ensañamiento y que confesó, lo que para su defensa es una atenuante que se debe sentenciar con menos de 20 años
El jurado ha declarado culpable de asesinato a Óscar Sánchez Inserti, de 25 años, por haber matado a su abuela de forma "inesperada y sorpresiva", en una visita a su casa hace dos años en Malagón. El tribunal popular que lo ha juzgado esta semana en la Audiencia de Ciudad Real entiende que no hubo ensañamiento en el crimen de Juana Librada Reina, de 63 años, pero sí alevosía con la agravante de parentesco, en el veredicto que se ha leído al acusado pasadas las dos y media de la tarde de este viernes.
Los miembros del jurado consideran que el joven no padece ninguna patología psiquiátrica pero que cuando agredió a su abuela había consumido drogas y acabó confesando, lo que según su abogado, Enrique García Herrera, se debe entender como una atenuante de la pena e imponer una condena inferior a veinte años de cárcel, de entre diecisiete y medio y veinte años, ha pedido a la magistrada presidenta María Jesús Alarcón, que será la que redacte la sentencia final.
La fiscal Rocío Bernal considera que en el veredicto están prácticamente todas sus tesis y solo cabe la rebaja por el ensañamiento, que no se ha considerado probado. En base a ese dictamen de los ciudadanos anónimos en un veredicto prácticamente unánime, ha solicitado una condena de 22 años y medio, en vez de veinticinco años que pidió al principio.
El acusado ha escuchado la lectura del veredicto y la motivación del jurado resignado, cabizbajo y mirando a la mesa del estrado. En la vista también se ha tratado la prórroga de la prisión provisional de Sánchez Inserti, en prisión preventiva desde el 26 de enero de 2022. La defensa no se ha opuesto entendiendo que ya hay una condena, que eLos hechos sobre los que ha emitido su veredicto el jurado
Óscar Sánchez, de 25 años, y su abuela, Juan Librada, 'Libi' Reina, de 63, tenían una estrecha relación. El acusado no vivía con ella pero acudía con regularidad a pedirle ayuda y dinero. La Guardia Civil constató que entre mediados de enero de 2022 y el día 23 el acusado comió y cenó con su abuela, con la que intercambiaba mensajes de Whatsapp cariñosos a diario.
En esa buena relación algo se torció entre el 22 y el 23 de enero y los mensajes dejaron de ser cariñosos. La abuela le escribe para recriminarle al nieto que le debe dinero e incluso le dice que lo va a denunciar por el robo de dos teléfonos móviles. En ese contexto la mujer le pide también que le devuelva una nevera portátil.
Un día después del último mensaje entre ellos, sobre las ocho y media de la noche del día 24, el acusado va a casa de su abuela a devolverle la nevera y la mata a golpes con extrema brutalidad. Luego sale de allí, avisa a su familia y a la Guardia Civil, y solo después de varias horas dice que ha sido él pero no recuerda cómo ha ocurrido.
El jurad ha considerado probado que el nieto atacó a su abuela de forma sorpresiva e inesperada y la golpeó con tal saña que le destrozó el cráneo. Del ataque creen que fue "rápido y sin posibilidad de defensa", pero sin agravar su sufrimiento.
n poco tiempo se traducirá en sentencia.
