POESIA

Son las 6am. Te has levantado ya. No sé por qué. Me dices que esto no pude continuar, que será la última vez. Alegas tú felicidad, pero sobre todo la mía. Ninguno de los dos cree lo que acabas de decir.

La verdad es que tienes miedo y culpa. Miedo porque comienza a gustarte, culpa porque sabes que no es correcto.

Te miras al espejo, en tus ojos se nota la indecisión. Notas que te miro, que te recorró de pies a cabeza. Te sientes desnuda ante mi mirada que te escutriña. Sonríes, tímidamente, y regresas a la cama conmigo.

Dejas que me acurruque a ti, pero dura poco la tranquilidad. Sientes mi virilidad rozando tu cuerpo, y eso no parece molestarte. Tu boca me dice que tienes que descansar, que te espera un largo día, pero tus manos dicen otra.

Mi boca continúa esta guerra, este juego de poder para dominar al otro. Un suspiro recorre tu espalda mientras mis manos hacen lo propio entre tus piernas. Me detienes para ponerte frente a mí, me miras a los ojos y me das un firme "NO". Eres un enemigo difícil de vencer.

Pero tu fortaleza dura poco, basta rozar mis labios con los tuyos para saberlo. Mis manos recorriendo tu espalda y mi lengua en tu cuello han ayudado a esto. Tus manos ya no son tuyas, ahora me pertenecen. Recorren mi ser mientras tus labios buscan los míos.

Las ansias te comen, el tiempo se acaba, has recibido dos llamadas que no has atendido.