14/09/2014 · 12:02
ENTREVISTA: Nemesio de Lara, presidente de la Diputación de Ciudad Real
"Hemos tenido que actuar como un minigobierno regional en la provincia"
J.M. Izquierdo / Ciudad Real
Nemesio de Lara, 61 años, está en su cuarto mandato como presidente de la Diputación de Ciudad Real. No le insultan los que le llaman “populista” o “demagogo” por aplicar políticas sociales en su gestión. Se reclama de izquierdas, quizá aún un poco más acentuada esta tendencia por la situación por la que pasa el país y la provincia. Tiene claro que ser socialista “es ser un interviniente ante un ser sufriente”. Señala que el Gobierno del PP a nivel regional, con sus políticas de abandono de lo público, ha hecho que la Diputación de Ciudad Real, en su ámbito de actuación, haya decidido dar respuesta a las necesidades de una sociedad que lo pasa mal. “Hemos tenido que ser un minigobierno regional en la provincia”, resume estos tres últimos años y medio.
PREGUNTA. Desde la atalaya que es la Diputación y con su experiencia, va a cumplir su cuarto mandato como presidente, ¿cómo ve la situación social y económica de la provincia en la actualidad?
RESPUESTA.- Yo no he visto a la provincia nunca tan mal como ahora, en términos globales. Si alguien me habla en términos macroeconómicos, de deuda, incluso refiriéndose a la provincia, como muchos hacen, en términos de prima de riesgo, de estabilidad presupuestaria, lo respetaré de manera profunda, pero la economía real está haciendo aguas en esta provincia. Hay sectores que han destacado en los dos últimos años, como el vitivinícola, coyunturalmente, pero ha caído otra vez y está en una situación de crisis que creo no ha sido valorada en su justa dimensión. La situación de comarcas como la de Puertollano es la que es. Otras zonas como el Campo de Montiel ha perdido mucha mano de obra en el sector textil. La provincia, la veo mal. Me gustaría verla mejor. No sé cómo estaría la provincia si la Diputación Provincial no hubiera insuflado en los últimos años recursos para los ayuntamientos. No sé cómo estaría, incluso, en clave de estabilidad social si no fuera por los programas de emergencia social de la Diputación, sin los planes de empleo. Algunos ayuntamientos, si no fuera por los programas de la Diputación, estarían cerrados, no físicamente, pero sí en cuanto a actividad.
P.- ¿El hecho de que la Diputación sea la única de un color político diferente al del Gobierno regional, ha obligado a llevar a cabo una política diferente, a dar prioridad a algunas cosas en particular?
R.- Sí. Hemos tenido que transformarnos, reformarnos, recomponernos haciendo de la Diputación, en muchos apartados, una especie de “minigobierno regional”. Cuando la Junta dejó de intervenir en los planes de empleo, a los que ha dedicado cero euros en tres años, la Diputación ha tenido que ocupar este hueco. En el apartado social, con los planes de emergencia, que parece que son parches que se ponen, estamos evitando a los ayuntamientos verdaderos problemas de desestabilización potencial que podrían darse en la armónica convivencia del día a día. Ayuntamientos, tanto del PP como del PSOE, en sus presupuestos , en el capítulo de inversiones, solo hacen constar el dinero que la Diputación les transfiere todos los años a través del programa de Cooperación Municipal. Este apartado, que estaba financiado por el Estado desde tiempos de Franco, dejó de estarlo cuando llegó el PP al Gobierno. La Junta se ha desprendido de sus responsabilidades de colaboración con los ayuntamientos sin medir las consecuencias.
P.- Este planteamiento de que cada uno se apañe como pueda con lo que tenga, ¿le acaba pasando factura a un país, a una comunidad, a una provincia?
R.- Un Estado tiene que ser interventor en aspectos que tienen que ver con la dignidad del ser humano. Esta crisis mundial ha tenido dos reacciones diferenciadas. Una la de EEUU, con la intervención de la Reserva Federal, haciendo fluir recursos que acababan impregnando la económica y, otra la de Europa, donde se han gestado otro tipo de planteamientos que, con las últimas medidas del Banco Central, bajando los tipos, nos han venido a decir que acaso nos hemos equivocado. Se hubiera necesitado una política totalmente diferente a la que se ha seguido en Europa y, por tanto, en España y en Castilla-La Mancha. ¿En esta situación, debemos quedarnos parados? No. Hay que seguir dándole a los pedales de la bicicleta porque las leyes de la física dicen que, si dejas de pedalear, te caes. Por eso, con nuestro presupuestos, creo que hay que hacer que la gente pueda cubrir sus necesidades básicas y luego estimular a la económica provincial, a la ya existente, urdiendo convenios con los sectores empresariales, con los consejos reguladores, organizando FENAVIN, etc.
P.- ¿El hecho de ser la única Diputación socialista en la región, ha sido un hándicap estos años? ¿Qué tal ha ido la cohabitación con la Junta?
R.- En realidad no ha habido cohabitación. La Diputación de Ciudad Real no existe para la Junta. La única oferta concreta que ha habido ha sido, con fondos FEADER de la Unión Europea, sacar adelante un plan de caminos al que la Junta aportaba cero euros. La Junta aporta cero euros y le pide a las cinco diputaciones que aporten ellas la parte que no aporta la Junta. Así se las ponían a Fernando VII. Pero es que esta oferta nos la hace a los cuatro días de que la Diputación aprobara un plan cuatrienal de caminos de 4,5 millones de euros. Aún así, le dijimos que si a la Junta si era un plan generalista que abarcara a los 102 pueblos de la provincia y la Junta nos dice “no, no, no”, tienen que ser caminos previamente seleccionados por la Junta a través de una comisión donde el propio Gobierno regional, que no pone un euro, sea mayoritario y además que se demuestre que los caminos unan poblaciones que tienen un número de habitantes mínimo. Lo que querían decir es que nos estaba haciendo una oferta para poder criticarnos, pero no querían que entráramos a colaborar. Otro ejemplo concreto es el Hospital Psiquiátrico. Con el Gobierno regional anterior habíamos empezado a negociar su traspaso, dado que la sanidad es una competencia de la Junta. Pero, con el actual Gobierno hemos tenido que presentar un recurso, porque llevamos ya tiempo esperando pacientemente y no nos han hecho ni puñetero caso y es la Diputación la que está soportando el coste de tener abierto este hospital. Al cual se nos derivan, de forma permanente pacientes de hospitales de la provincia. Otro ejemplo de las pocas ganas de colaborar es el Hospital del Carmen, donde han intentado chulearnos, la historia es conocida suficientemente. Aunque, en el plano personal, con sus representantes en la provincia, las relaciones son buenas, con otros cargos, las relaciones son prácticamente nulas.
P.- A la Diputación de Ciudad Real, a la que el Ministerio de Hacienda reconoce año tras año su buena gestión económica, ¿le viene bien el exceso de austeridad, el plan de sostenibilidad? Usted ha lamentado que disponen de un dinero que no pueden gastar por esta limitación normativa del Gobierno central...
R.- Nos perjudica. La ley presupustaria, todo lo que tiene que ver con las administraciones locales está intervenido. Nos han tratado a todos por igual, han hecho tabla rasa. No es justo que una diputación, que un ayuntamiento, que hayan hecho sus deberes, que no se han vuelto locos, que han ahorrado dinero en tiempos de bonanza, ahora nos cueste sangre, sudor y lágrima elaborar un presupuesto, no por falta de ingresos, sino por existencia más que sobrada de remanentes de superávits presupuestarios de años anteriores. Además, en un momento de la historia de esta provincia en el que está haciendo más falta que nunca la intervención de lo público, nos ha perjudicado. Tenemos una Espada de Damocles. Cuando sacamos un plan de empleo, tenemos que pedir al Ministerio de Hacienda que nos diga que cumplimos la estabilidad presupuestaria, que tarde unos dos meses en contestarnos, y a la Junta de Comunidades que nos diga que no hay duplicidad competencial. Ante esa situación, como presidente de la Diputación, aunque tenga reparos de duplicidad, y no es una chulería, dije que no iba a estar esperando para sacar el plan. Porque sé que los técnicos de la Diputación confirman que se cumple con la estabilidad y porque sé que no hay duplicidad porque la Junta no está promoviendo ningún plan de empleo. Aún, con esos reparos de legalidad, hemos sacado planes que, para mí, eran vitales para la provincia.
P.- Una de las cosas que más me han llamado la atención de sus últimas declaraciones, al hilo del plan de emergencia social, es su insistencia en que en la provincia hay una “pobreza estructural” que puede que haya venido para quedarse...
R- En estos momentos, todos los políticos teníamos que dejar todo aparcado temporalmente para evitar que en este país del mundo civilizado haya gente pasando hambre. En los últimos días, se me ha tildado por parte del PP de demagogo. Pero es que hay gente que está pasando hambre y no toda la gente que está pasando hambre está visibilizado.
P.- Por un lado, en todo caso, está la crítica política en medios y en plenos y, por otro lado, la petición de los alcaldes de todo color político para solicitar las ayudas de la Diputación...
R.- No conozco a ningún alcalde del PP que haya rechazado el plan de emergencia social, ni las becas de comedor escolar para su pueblo. Aunque me hayan criticado por ello, no conozco a ningún alcalde del PP que haya rechazado el plan de empleo, ni una obra de cooperación... Esa es la parte más dura, más enmierdada de la política: criticar aquello de lo que te estás beneficiando como responsable político. Si un plan está mal planteado por la Diputación no acudas a él. Si objetivamente no altera, beneficiando, a la gente de tu pueblo, es una incongruencia que no lo rechaces. Si yo estuviera en la posición del PP en esta provincia en estos momentos lo pasaría mal, porque, a una diputación como ésta se la reconozca en toda España como ejemplo de gestión y de programas sociales, algunos de los cuales están siendo copiados por otras administraciones, me costaría trabajo reconocerlo públicamente. En privado, un número importante de alcaldes del PP y algunos diputados provinciales del PP, así es la vida y así es la política, sí reconocen no solo la buena gestión de esta casa y la bondad de los programas que desplegamos y, además, adelantando recursos a los ayuntamientos.
P.- ¿En líneas generales, cómo analiza la oposición que está teniendo en la Diputación por parte del PP, papel que habrá que relacionar otra vez con el hecho de que la Junta tenga tiene otro color político?
R.- Voy a decir una cosa que quizás vaya a sorprender, voy a ser poco correcto. Una diputación siempre ha sido presidencialista y esto no tiene que ver con quién esté en cada momento. Hay un equipo de Gobierno que, en todo caso, es el responsable de la gestión. No entiendo la actitud del portavoz del PP cuando, en asuntos de enjundia, que tienen que ser preparados, estudiados, no interviene. Y, en asuntos menores, o que están avalados por la razón o la normalidad, sí intenta sacar punta e, incluso, ser hiriente en sus calificativos. Creo que el portavoz, en lo personal, no es así, pero puede estar influido por otros o por otras, ahí ya no quiero entrar. Hay un planteamiento que utiliza para intentar cuestionar nuestra gestión cuando afirma que la Diputación recibe el dinero del Estado, cuyo gobierno ahora es del PP, y que el dinero que gasta no es de Nemesio de Lara. Una diputación es presidencialista, no es un Parlamento, y tiene un equipo de Gobierno que marca su política. Todas las diputaciones, todos los ayuntamientos de toda España reciben dinero del Estado. Hay elecciones cada cuatro años y el que sale elegido tiene que gestionar esos dineros. Es el argumento político más absurdo que he oído en mi vida.o
“Tengo fuerzas, el partido decidirá”
PREGUNTA.- Las elecciones autonómicas y municipales están a tiro de piedra. No sé si estamos ya en ebullición... Usted sigue siendo el presidente del PSOE en la provincia.
RESPUESTA.- No me considero jarrón chino, como la famosa frase de Felipe González, pero tenía claro cuando dejé la secretaría provincial que el partido se quedaba en muy buenas manos, las de José Manuel Caballero y Blanca Fernández, y entendí que mi función era cooperar, pero dejando espacio para que la gente que te sucede no se sintiera demasiado influida. El partido está en buenas manos y el diseño de una precampaña como en la que estamos se está preparando, muchas veces se hace desde el silencio, con meticulosidad, con el conocimiento de las circunstancias de cada pueblo, de los posibles candidatos. Por su parte, la Diputación Provincial, desde el silencio electoral, sin vincular sus políticas a los tiempos electorales, pienso que también va a ser reconocida en su día por la ciudadanía en clave electoral, porque las referencias socialistas en esta región, con un gobierno del PP, son las que son. Sin querer ser pedante, pienso que lo que está haciendo la Diputación de Ciudad Real puede servir también de ejemplo para las agrupaciones provinciales socialistas del resto. Sé que suena petulante, pero es así. No es mirarse el ombligo, es algo objetivo. Otra política es posible y, con las limitaciones que nos impone el Gobierno, que hablábamos antes, la estamos aplicando en la provincia de Ciudad Real.
P.- Tras el cambio de líder a nivel nacional, el PSOE es un partido en reconstrucción. ¿Cómo ve las perspectivas socialistas en la región, en la provincia?
R.- Lo que le pasa al PSOE, a los partidos socialdemócratas en Europa, es que la crisis les ha pillado con el pie cambiado. En Castilla-La Mancha, si a mi me hubieran dicho que un Gobierno del PP iba a hacer tanto daño, iba a provocar tanto sufrimiento, no me lo hubiera creído. Es más, hubiera pensado, el día después de las elecciones de 2011, que sí en el 2014 iba a pasar ésto, hubiera dicho, en el 2015, barrida del PSOE. ¿Qué ha pasado? Y esto habría que estudiarlo sociológicamente, que la gente nos ha metido a todos los políticos en la misma talega y ha pensado que todos somos iguales. Los socialista han cambiado del hilo al pabilo a esta región y dejaron infraestructuras y servicios sociales bien cimentados, pero, a juicio del PP, no lo estaban tanto, porque se los están cargando. El PSOE debe de ganar las elecciones, le va a costar más trabajo por este “pucherazo” de la reforma electoral y, recurriendo a estas artimañas, son tan previsibles que creen que las tienen ganadas. Yo creo que la gente es mucho más inteligente que lo que los políticos creemos.
P.- ¿Su futuro político es una de las incógnitas a despejar en los próximos meses, cuál es su planteamiento personal en este momento?
R.- Yo, hasta el momento, me veo capaz, me veo con fuerzas. Tengo ya 61 años, pero no me veo limitado por la edad, aunque otros, desde fuera, si me vean limitado, con menos capacidad, con menos dinamismo... Yo no me veo con menos capacidades de como me veía hace diez años. Lo digo con mucha honradez, me sigo considerando útil para los demás. Planteado ésto y, esto sí que lo digo con absoluta sinceridad, si he dicho que haré lo que el partido quiera que sea o haga es porque lo he hecho siempre. Y, además, lo he cumplido. Ahora, no voy a ser estorbo para nadie y si alguien, desde cualquier atalaya, cree que puedo seguir siendo útil para mi partido, lo seguiré siendo. No voy a guerrear con nadie, ni contra nadie. Si quien dirige el partido cree que la hora de Nemesio ha llegado porque hay que renovar caras, por mi parte, no habrá problemas.
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