Agosto ha sido, como siempre, un mes de reencuentros con lugares, amigos y sabores. Este año no han sido unas vacaciones largas porque la economía manda, pero si ha habido tiempo para compartir buenos momentos preparando y después degustando algún que otro plato con amigos y familia.
Platos dulces como la propuesta de hoy, unas magdalenas caseras como las de antes, tiernas, esponjosas y suaves que poco o nada tienen que ver con las industriales; en otros casos hemos compartido platos tradicionales elaborados con productos de temporada como los pimientos y el tomate que son los principales ingredientes de algo tan nuestro como el pisto (una de las elaboraciones estivales que mas me gustan; no concibo un verano sin pisto con huevos fritos). También he aprovechado para perfeccionar otros que ya conocía y que me propongo compartir con vosotros en las próximas semanas.
Las magdalenas que aparecen fotografía y que a continuación explico cómo las preparé, las hice para el desayuno del día grande de las fiestas del pueblo de mi mujer. Y, a propósito de desayunos importantes, ya que ha empezado el colegio para los mas pequeños de la casa y que estos días van a ser intensos, tenemos que prepararlos bien desde por la mañana. Para eso es fundamental un buen desayuno, con tiempo y alimentos sanos y nutritivos como un buen vaso de leche y, ¡cómo no!, unas magdalenas caseras como éstas.
Ingredientes para unas 20 magdalenas
250 gr de harina para repostería
1 sobre de levadura química
la ralladura de la piel de medio limón y lo mismo de naranja
4 huevos medianos
200 gr de azúcar
1/2 vaso de leche
3/4 de vaso de aceite de oliva suave
una pizca de sal
Preparación
Poner en un bol grande los huevos y el azúcar; batirlos muy bien con unas varillas hasta que blanqueen (lo podéis hacer a mano o a maquina) y a continuación incorporar la leche y la ralladura de limón y naranja y mezclar con cuidado. A continuación ir añadiendo la harina mezclada con la levadura que previamente la habremos pasado por un tamiz.Poner una pizca de sal, verter el aceite en la masa y mezclar con movimientos envolventes hasta que tenga un aspecto homogéneo, suave y cremoso. Tapar el bol con papel de cocina y dejar reposar en la nevera 1 hora. Rellenar los moldes de papel mas o menos por la mitad y espolvorear un poco de azúcar por encima de cada magdalena y cocerlas con el horno ya caliente a 180 grados. Una vez horneadas dejarlas enfriar y listas.
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